¿Cómo impacta que nuestras voces no estén en los medios de comunicación? ¿Cuáles son las estrategias que se nos damos las radialistas para incorporar la perspectiva feminista en las distintas emisoras? ¿Por qué es necesario juntarnos? Con estas preguntas viajé a Mar del Plata a participar del Encuentro de Radialistas Feministas. Un espacio de articulación entre activistas, trabajadorxs, estudiantes, investigadorxs y aficionadxs de la radio, que buscan fortalecer las habilidades y autonomía en materia de radiodifusión y radio activismo feminista, en cualquiera de sus formatos.

El encuentro reunió a productoras, locutoras, columnistas, operadoras, periodistas de medios comunitarios, públicos, comerciales, de AM, FM, transmisión on-line y podcasteras de distintas provincias de Argentina y sumó además, a representantes de diversos países de América Latina.

“Faltar en la radio es violencia simbólica y laboral. Sabemos que en las emisoras argentinas de mayor audiencia pueden pasar horas sin que unx mujer, lesbiana, travesti o trans opine, cuente, hable.” Con estas palabras comenzó la radio abierta del Encuentro, donde radialistas leyeron el documento que estableció las bases del evento, y el por qué de la necesidad de juntarse a problematizar sobre la situación de los medios de comunicación y su correlato con los feminismos.


Jorgelina Turdo (Comisión organizadora del ERF), Paulina Pérez de Pablo (Radio Humedales, Chile), Victoria Raquel Alean Cárdenas (Ciudad en voz de mujeres, Colombia), Walda Barrios-Klee y Ana Lucía Ramazzini (Caracoleando desde la Academia, Guatemala) y Maru Chávez (Radio Violeta, México). Foto: Mora Sol Seoane

Luego, escuchamos experiencias de las compañeras de otras latitudes en el panel Diálogos entre radialistas de América Latina, con la participación de Paulina Pérez de Pablo, de Radio Humedales, un proyecto de radio online del sur de Chile; Victoria Raquel Alean Cárdenas, integrante del equipo de producción de “Ciudad en voz de mujeres” de Colombia; Ana Lucía Ramazzini y Walda Barrios-Klee, del programa “Caracoleando desde la Academia” de la Universidad de Guatemala y Maru Chávez, quien compartió la experiencia de Radio Violeta, la primera emisora de radio feminista en México. También, participaron Tachi Arriola, de Ecuador, Griselda Sánchez de Oaxaca, México y las radialistas comunitarias de Haití, agrupadas en la red Rezo Fanm Radyo Kominote Ayisyen (REFRAKA), que compartieron sus experiencias a través de videos y que fueron fundamentales para comprender las particularidades de los territorios y los procesos de organización de lxs radialistas de la región.

Si bien en cada país los espacios de acción difieren, el diagnóstico fue claro: las radialistas feministas compartimos similares problemáticas a lo largo y ancho del continente. Las dificultades para las comunicadoras que habitamos los distintos medios comunitarios, comerciales, universitarios, se repiten: brecha salarial; falta de acceso a los roles de conducción y puestos de liderazgo; acoso laboral, entre otras. La mexicana Maru Chávez lo expresó mejor que nadie: “Las mujeres no tenemos que tener espacios en las radios: tenemos que tener nuestras propias radios”, propuso, tras lo cual el auditorio estalló en aplausos.

 

Mujeres en la radio: ninguna agresión sin respuesta

Durante el segundo día hubo talleres de formación sobre cómo manejar el cuerpo y la voz al aire; qué aportes hacer desde una perspectiva feminista a una nueva ley de comunicaciones; cómo conectar equipos para realizar una radio abierta y ganar las calles; qué estrategias nos damos para generar nuevas narrativas, además de analizar los primeros pasos para la construcción de un programa feminista.

En lo personal elegí participar del taller denominado También en la radio: ninguna agresión sin respuesta. Una oportunidad para nombrar las violencias que sufrimos las radialistas, además de pensar estrategias para combatirlas y sobre todo prevenirlas.

Si bien la lista es larga, hubo acuerdo en que las formas más reiteradas en los medios son la escasa equidad a la hora de repartir tareas y roles; los magros salarios –en caso de percibirlos-; la sobreexigencia en las múltiples tareas que realizamos en comparación con los varones; la violencia simbólica y laboral. Somos invisibilizadas y nuestros reclamos no son escuchados. Además la selección musical de nuestros medios muchas veces estigmatiza a las mujeres e identidades disidentes promoviendo discursos machistas.

Como feministas, estamos más expuestas a la violencia física y psicológica. Durante los últimos dos años se han denunciado reiteradas situaciones de acoso y maltrato tanto en empresas periodísticas como en emisoras sin fines de lucro. En este sentido, y si bien quedaron más preguntas que respuestas durante el Encuentro, se compartieron algunas pautas de cuidado básico y estrategias de acción. A saber:

  • No hacer denuncias y/o escraches individuales: es una práctica habitual que quienes denuncian públicamente las agresiones sean judicializadas por los agresores y la justicia reproduce las lógicas de funcionamiento machista de la sociedad.

  • Cuidar a quienes son agredidas: pase lo que pase es fundamental no revictimizar a las compañeras que se atreven a denunciar casos de violencia. Es importante generar lazos solidarios entre comunicadoras. Acompañar a quienes denuncian. Repudiar las agresiones.

  • Organización y lucha: es fundamental organizarse de manera colectiva, para combatir los diferentes modos de ejercer violencias. Tejer alianzas entre grupos feministas. Coordinar acciones con sindicatos. Trabajar, pensar y actuar en red. Si tocan a una, nos tocan a todas.

  • Generar espacios entre mujeres e identidades disidentes: la experiencia nos muestra que cada vez que nos reunimos entre nosotrxs se establecen lazos de confianza que nos permiten nombrar las violencias. Es fundamental promover estos espacios en nuestros medios y respetarlos fuera de los encuentros mixtos.

  • Promover instancias de formación feminista: pensar y re pensar las prácticas es el camino al empoderamiento. Sin formación no hay cambio posible. Para construir una comunicación equitativa es necesario sumar instancias de intercambio y capacitación.

Pero no quisimos quedarnos en una catarsis colectiva. Como propuesta, nos planteamos la necesidad de contribuir a construir audiencias responsables y activas, que rechacen los discursos violentos. En esa línea surgió la idea de producir una campaña radiofónica que promueva la concientización de lxs oyentes.

"Hacía falta tener un espacio para encontrarnos las distintas radialistas de todo el país. Creo que era una necesidad que teníamos todas. [...] Me llevo herramientas. Cuando una puede poner en palabras los distintos tipos de violencia también es más fácil pensar estrategias y herramientas para ver cómo combatimos esas violencias patriarcales. Por otro lado me voy con muchas miradas de otras compañeras que no son del ámbito de las radios comunitarias. [...] Uno de mis deseos es que podamos organizarnos y seguir haciendo estos encuentros y seguir construyendo redes con las compañeras de latinoamérica. Juntarnos, encontrarnos y tejer redes nos potencia a todas".1

Juana (FM La Tribu, CABA)

 

Autogestión y autonomía económica

Durante la tarde del domingo se organizaron los conversatorios, espacios de intercambio donde se analizaron los hitos del movimiento, se problematizaron las formas de autogestión y de construcción de autonomía económica, además de pensarse las estrategias de organización de cara al cierre de medios, los despidos, flexibilización y precarización laboral que nos atraviesan.

"La expectativa era grande, sobre todo por el encuentro con otras radialistas. Me parece que es fundamental encontrarse con otras mujeres que trabajan en los medios de comunicación y en particular en las radios y poner en común las problemáticas que nos atraviesan a todas, además de proyectar hacia adelante".2

Carolina (FM La Azotea, Mar del Plata)

 

En un momento en donde se habla de la cuarta ola del feminismo durante el conversatorio Memoria: recuperación histórica de nuestro movimiento nos dimos tiempo para pensar los aportes de las radialistas feministas, además de recuperar diversas experiencias de producción. Los movimientos feministas tienen una larga historia en Argentina y un gran recorrido en medios comunitarios, alternativos y populares. Son los espacios que han abierto sus puertas a las comunicadoras. Y eso no es casual; colectivos como la Red Nosotras en el Mundo, el Foro Argentino de Radios Comunitarias, la Red Nacional de Medios Alternativos y la red de Mujeres de AMARC han estimulado y garantizado que los programas feministas y/o con perspectiva de género suenen. Sin embargo, comprender que esto tiene un costo a la hora de producir, que molesta, interpela, y sobre todo disputa poder, es un posicionamiento político. Y es lo que explica, además, las resistencias de compañeros varones que siguen reproduciendo lógicas patriarcales de generación de contenidos radiofónicos y vínculos machistas de organización.

 

"Es muy fuerte lo que las mujeres juntas podemos generar y todo lo que pasó en el Encuentro me pareció sumamente valioso. Es necesario interpelar desde los feminismos a todos los medios de comunicación."3

Iris, (FM Alas, El Bolsón, Río Negro)

Queda claro que el hecho de que sonemos en medios alternativos con poco caudal de audiencias nos impacta como comunicadoras. Por eso, necesitamos que crezcan las escuchas para incidir en los discursos y en consecuencia generar otros relatos. Para ello, es fundamental conquistar medios más escuchados y que nuestras voces suenen en las radios comerciales. También necesitamos convocar a más y más feministas. Como conductoras, columnistas, e incluso en las entrevistas, como interlocutoras válidas para reflexionar sobre distintos temas. Autorizar las voces de mujeres, lesbianas, travestis y trans como generadoras de contenidos en los medios masivos es prioritario.

“Según los datos revelados por el monitoreo #FaltamosEnLaRadio4, el 70 por ciento de los programas de radio de mayor audiencia a nivel nacional, son conducidos por varones. El relevamiento también muestra que, en las columnas centrales de estas emisiones, como política y economía, el espacio asignado a las mujeres, lesbianas, trans o travestis es muy acotado: sólo 14 por ciento de las columnas de política en nuestras voces, y ninguna para las de economía. Esta ausencia, por supuesto, tiene su correlato en la cantidad y tipo de puestos que ocupamos en los medios. Si en la Argentina las mujeres ganamos, en promedio, un 27 por ciento menos que los varones, esta tendencia también se reproduce en los medios de comunicación, donde no acceder a los roles de conducción ni puestos de liderazgo se traduce en menores salarios.”

Durante el cierre del evento, las organizadoras manifestaron: “No solo queremos cambiar el dial, pretendemos dar vuelta todo: el Encuentro de Radialistas Feministas es una apuesta política activa, disidente y transformadora hacia la construcción de una nueva comunicación. Comerciales, comunitarias, radios públicas o por Internet, ¡los feminismos tienen que sonar! (…) Estamos convencidas que es necesario juntarnos, con nuestras búsquedas y trayectorias diversas, para diseñar estrategias comunicacionales efectivas que interpelen al conjunto de la sociedad con nuestras agendas, porque solo atendiendo las demandas históricas de las identidades oprimidas, el mundo que habitamos será -por fin- vivible para nosotras. (…) No queremos que otros hablen en nuestro lugar, sabemos perfectamente qué decir y es nuestro derecho hacerlo en primera persona. Por eso, las comunicadoras feministas, queremos dar cuenta también en los medios de comunicación de las luchas que nos tienen como protagonistas día a día en las calles: sin intérpretes, sin traducciones.”

El compromiso fue asumido. Reunidas en asamblea, abrazadas por el sol marplatense las radialistas nos propusimos darle continuidad al evento y organizar para el año 2019 un nuevo encuentro. La organización estará en manos de la compañeras de FM Boedo y con el afán de generar un espacio federal se resolvió que la sede fuera en un lugar alternativo a la capital.

Una vez finalizada la discusión plenaria comenzaron las coberturas. Grabador en mano el paisaje se transformó en un gran estudio radiofónico en donde las participantes íbamos recorriendo el patio del complejo universitario de Mar del Plata tomando testimonios. Una panzada comunicacional para quienes hacemos radio y que queremos difundir en nuestros programas. Entre entrevistas y abrazos, al escuchar los relatos de las compañeras, me quedó claro que las radios no están exentas de reproducir las distintas violencias que padecemos las feministas en la sociedad actual. Habitar las emisoras tiene un precio, pero hay que seguir adelante y dar la batalla. La urgencia por ocupar los espacios, las grillas, conquistar los medios ha sido una necesidad básica que está íntimamente relacionada con la construcción de otra comunicación. Ahora nos queda el reto de generar medios libres de violencias y encender el aire.

Fotos: Mora Sol Seone
 

 

 

 

 

 

1Testimonio tomado de la Cobertura del Encuentro de Radialistas Feministas 2018, realizada por Mariana Vaccaro en el podcast Vivas! Y haciendo historia.

2Idem 1.

3Idem 2.

4Realizado por el programa feminista Nos Quemaron por Brujas. 2017.

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