"¿Mi cita será aburrida o emocionante?" "¿Divertida y tranquila o terminará con una o un acosador frente a mi puerta todas las noches?" ¡Oh, citas! Desde enfrentar momentos incómodos hasta situaciones más vulnerables, salir con extraños siempre implica un nivel de incertidumbre y riesgo, especialmente cuando somos mujeres heterosexuales o parte del espectro LGBTIQ: la violencia de género es una amenaza que siempre ensombrece cualquier aspecto de nuestras vidas.

 

Pero justo antes de que internet se hiciera tan omnipresente, las cosas eran un poco más complicadas: para tener algunas pistas sobre la cita con la que nos íbamos a encontrar, debíamos solicitar información a todo el círculo de amigos y conocidos comunes que teníamos. Hoy, no obstante, las cosas parecen ser un poco menos agobiantes. En cuestión de segundos se puede encontrar datos de casi todos y todas, en casi todas partes. Y esto, para algunos usuarios y usuarias de aplicaciones de citas, se lee como una especie de garantía: cuanto más sepan los datos de su próximo ligue, más seguridad sienten.

 

Las aplicaciones de citas parecen entender esto bien y coordinan sin problemas esta necesidad del mercado con su modelo de negocio: al mismo tiempo que elaboran herramientas que aumenten la recolección de datos para sus propios fines comerciales, esos atributos son percibidos por sus usuarios y usuarias como una manera perfecta para saber más de nuestra próxima cita. Veamos ejemplos comunes sobre esto, tomados de entrevistas en profundidad realizadas por Tactical Tech a mujeres heterosexuales y personas LGBTIQ distribuidas en las regiones de Medio Oriente y el Norte de África (MENA), Europa, los Estados Unidos y América Latina.

 

Autenticación: ¿cuántos datos brindamos?

 

Aplicaciones como Tinder obligan a las personas a iniciar sesión con su cuenta de Facebook y, a menos que se cree un perfil falso -algo muy difícil después de la "política del nombre real" de Facebook- las personas que usen la aplicación sabrán nuestro nombre real y nuestras conexiones comunes. En su entrevista, una mujer bisexual del Reino Unido nos dijo que tener un vínculo con Facebook le brinda una sensación de seguridad.

 

Siguiendo ese argumento, una mujer heterosexual de Jordania afirma que, "cuando te muestra un perfil, Tinder te dice cuántos amigos de Facebook tienes en común. Eso puede ser bastante útil, por ejemplo, si el ligue es alguien que conoce a personas con las que trabajo, pues podría decidir o no interactuar con ellos o preguntarle a un buen amigo sobre si se conocen".

 

Mientras tanto, con ese modelo de autenticación que parece ser tan simple y útil para algunos usuarios y usuarias, Tinder recopila una gran cantidad de datos. En sus Términos de Servicios (ToS) del 9/5/2018 (versión español - Latinoaméricai), la plataforma dice: "Para utilizar Tinder, puedes iniciar sesión con su usuario de Facebook. Si lo haces, nos autorizas a acceder y usar cierta información de tu cuenta de Facebook, incluida pero no limitada a tu perfil público de Facebook y la información sobre los amigos de Facebook que tienes en común con otros usuarios Tinder."

 

La geolocalización es otra característica común que nos brinda información muy interesante sobre un posible ligue. Esto significa que la aplicación nos hace coincidir con personas que están cerca, dentro de un perímetro determinado. Así, la aplicación nos avisa cuando una persona registrada en la aplicación está cerca, además de indicarnos otro tipo de información compartida por ella.

 

Con HAPPN, por ejemplo, también podrías conocer sus imágenes de perfil, un mapa de las intersecciones en las que se han cruzado y cuándo, o su nombre de usuario en Instagram. Con esa cantidad de información, una cita casual en cualquier lugar parece un juego seguro. Mientras tanto, HAPPN también alimenta una base de datos muy robusta de perfiles geo demográficos con los datos de puntos de cruce de sus miembros, un verdadero hallazgo para perfilar los hábitos de las y los usuarios con un inmenso valor comercial potencial.

 

Esto es lo que HAPPN dice en su ToS (versión española de 25/05/2018ii): "En caso de otorgar su consentimiento expreso, HAPPN podrá acceder a su ubicación de manera más o menos aproximada o precisa en función de la tecnología utilizada. HAPPN no reproducirá los movimientos ni los itinerarios de sus miembros y le recuerda que solamente registrará los puntos de cruce entre aquellos".

 

Datos que dan escalofríos

 

Pero tener esa cantidad de información no nos impide tener momentos incómodos o incluso sentirnos vulnerables en las citas. En las diferentes entrevistas que hicimos a mujeres heterosexuales y personas LGBTIQ usuarias de aplicaciones de citas, descubrimos lo común que son esos sentimientos de "tal vez esto es demasiada información". La seguridad, después de todo, depende de muchos factores, no solo de los datos.

 

Como vimos anteriormente en el informe "Data and Dating: who else wants your love?",iii muchas de las aplicaciones de citas usan plataformas de redes sociales para permitir las conexiones entre sus usuarios y usuarias y así producir una polinización cruzada de los datos recopilados por las diferentes compañías. Estas conexiones (Facebook es la plataforma de redes sociales más "central" entre las aplicaciones de datos, seguida de LinkedIn y Twitter) podrían llevar a situaciones difíciles, especialmente con personas en contextos más vulnerables, ya sea por razones personales, culturales o políticas.

 

Descubrimos lo común que son esos sentimientos de "tal vez esto es demasiada información". La seguridad, después de todo, depende de muchos factores, no solo de los datos.

 

"Tinder se conecta a Facebook e Instagram y a menudo es un poco desagradable ver a alguien con amigos en común, especialmente si los amigos comunes son aquellos que no saben que estoy fuera del closet", dice un hombre gay de la región de Medio Oriente. Luego, continúa: "Me pondría nervioso deslizar mi dedo a la derecha en la pantalla ("me gusta") con alguien con el cual tuviéramos amigos en común, porque siento que eso podría ponerlo en riesgo si descubren mi sexualidad o si saben demasiados detalles sobre mi vida amorosa.

 

Esto no está estrictamente relacionado con las redes sociales, pero Tinder también te permite elegir si te interesan hombres o mujeres, y si has elegido hombres, solo te mostrará a otros chicos interesados en chicos. Esto llevó a que, efectivamente, Tinder "sacara del closet" a algunos hombres que conocía en la vida real, ya que verlos allí significaba que habían declarado que estaban interesados en hombres".

 

Como lo han reconocido los investigadores Kath Albury, Jean Burgess, Ben Light, Kane Race y Rowan Wilken, las tecnologías pasivas de geolocalización (como los códigos postales) y las tecnologías activas como el GPS en nuestros teléfonos, combinadas con sofisticados algoritmos de cálculo y ordenamiento, ha representado un cambio radical en las culturas digitales de las citas.iv

 

¿Qué nos deparan las geolocalizaciones?

 

La geolocalización se ha vuelto tan importante en las aplicaciones móviles para citas, que compañías como HAPPN (una plataforma francesa con más de 10 millones de perfiles en todo el mundo) confían completamente en nuestra ubicación para enumerar posibles coincidencias entre sus usuarios y usuarias.

 

Pero aún si se desactiva la geolocalización en cualquier momento, descubrimos en nuestras

entrevistas que no necesariamente previene a las mujeres de experiencias incómodas o espeluznantes. Por ejemplo, una mujer bisexual del Reino Unido que usó HAPPN nos dijo que, incluso cuando ella bloqueó a un hombre con el que no quería encontrarse, el tipo aún aparecía y caminaba por la calle en la que estaba y hasta podía verlo desde su ventana.

Una mujer heterosexual de Suiza nos contó de la incomodidad que siente al usar los datos de ubicación pues crea demasiada proximidad y le da cosa ver que alguien está a 200 metros de ella.

 

Las ciudades pequeñas también podrían convertirse en un problema, como afirmó una mujer heterosexual del Líbano: "Puedes desactivar tu ubicación, pero en una ciudad pequeña como Beirut no puedes evitar los chismes. Recuerdo que también una vez olvidé apagar mi ubicación y me fui a trabajar, lo que realmente me asustó ya que la aplicación estaba llena de gente que estaba en la misma oficina".

 

 Las aplicaciones de citas son parte de un ecosistema de datos, donde cada aspecto de nuestra vida está datificado y las triangulaciones con datos pueden producir resultados muy precisos

 

Incluso si tratamos de ser muy cuidadosos con nuestros datos personales cuando utilizamos aplicaciones de citas, encontrar información sobre nosotros por otros medios podría ser bastante fácil. Y esto es básicamente porque las aplicaciones de citas son parte de un ecosistema de datos, donde cada aspecto de nuestra vida está datificado y las triangulaciones con datos pueden producir resultados muy precisos. Aquí es donde el verbo "guglear" entra en juego.

 

Respecto al este tema, una mujer del Líbano nos dijo: "Intento no revelar mi apellido o mis fotos, por lo que las personas en la aplicación no podrán acceder a mis artículos y revelar mis opiniones sobre ciertos temas. Sin embargo, una vez, mientras estaba muy consciente de no revelar ninguna información adicional, un chico pudo saber mi nombre, donde trabajé y las conferencias en las que hablé, solo gugleando palabras clave de mi nombre y la universidad a la que asistí. Resulta que solo hay una persona con ese nombre que se graduó de esa universidad". Otra mujer del Reino Unido nos dijo que alguien con quien conversó brevemente, pero que no parecía interesado en algo más, un día la llamó al trabajo: "Si solo buscas mi nombre, encontrarás mi lugar de trabajo".

 

Una espada de doble filo

 

Momentos incómodos y sentimientos de vulnerabilidad pueden convertirse rápidamente en amenazas palpables para las mujeres y las personas LGBTIQ, particularmente en un contexto cultural, económico y político determinado, pero también según su género, etnia, clase social y una amplia gama de factores intersectoriales. Además, la forma de construir la tecnología y sus inherentes valores culturales también son una parte importante del problema.

 

Así, por un lado, podemos ver cómo la situación económica y política fuera de línea se refleja en las amenazas comunes que las y los usuarios de aplicaciones de citas deben enfrentar. En América Latina, por ejemplo, la violencia de género y la criminalidad son una mezcla muy común cuando analizamos casos en los que las aplicaciones de citas se usaron para transgresiones. Por ejemplo: un hombre en Brasil creó un perfil falso para dañar la reputación de una mujer,v en Argentina una mujer fue secuestrada por un hombre que conoció en Tinder,vi en México se cometió un feminicidio después de que una mujer conoció a un hombre en Tinder.vii

 

 La violencia de género y la criminalidad son una mezcla muy común cuando analizamos casos en los que las aplicaciones de citas se usaron para transgresiones

 

 

Por otro lado, las amenazas que afectan a las mujeres heterosexuales y las personas LGBTIQ también parecen estar permitidas por la tecnología misma. Por ejemplo, muchas aplicaciones de citas han ampliado las opciones de género para las personas, yendo más allá de las opciones binarias de "hombre" y "mujer", por lo que finalmente se permite que personas no conformes con el género encuentren su categoría de identidad, como "no binaria", "transgénero", "sin género", etc. Este es un signo de sociedades más abiertas y respetuosas del espectro más amplio de las identidades de género, pero cuando se trata de datos, como ya se ha dicho,viii podría entrampar a una gran cantidad de población vulnerable.

 

En nuestras entrevistas, una mujer bisexual de Alemania nos contó un claro ejemplo de cómo filtrar personas por identidad de género puede ser una manera fácil de comenzar ataques dirigidos. De hecho, así es como una persona que la acosaba la encontró y se enfocó en su perfil. Ahora se pregunta qué podría pasar cuando, por ejemplo, las personas con un fetiche trans usen aplicaciones de citas para encontrar personas trans a través de estas categorizaciones y las usen como blanco de ataques. Para ella, los desarrolladores de aplicaciones no están necesariamente conscientes de que las y los usuarios pueden ser acosados fuera de línea como resultado del uso de estas plataformas.

 

 

Filtrado de información personal y uso con fines policiales

 

Esto parece ser especialmente cierto con la persecución de activistas en países como Brasil, donde las aplicaciones de citas han sido infiltradas por las fuerzas policiales para tener citas con activistas mujeres y recopilar así información privilegiada (que eventualmente terminó con el arresto de algunos activistas);ix o la persecución de personas LGBTIQ en países como Egipto, donde las aplicaciones de citas son utilizadas por la policía para reunir "pruebas" fotográficas, organizar reuniones y así tender trampas a las y los asistentes.x

 

De acuerdo con activistas dedicados a los derechos digitales, el cómo se construye una aplicación puede marcar una diferencia crucial. Dia Kayyali, que dirige proyectos en el programa Witness, declaró recientemente a The Verge: "Lo que me gustaría es que las plataformas se diseñen para las y los usuarios más marginados, los más propensos a estar en peligro, los que probablemente necesiten mucho más características de seguridad. Pero, en cambio, tenemos herramientas y plataformas que están diseñadas para los casos de uso más comunes, porque así es como funciona el capitalismo".xi

 

 Me gustaría que las plataformas se diseñen para las y los usuarios más marginados, los más propensos a estar en peligro, los que probablemente necesiten mucho más características de seguridad

 

En cierto modo, esto fue lo que sucedió recientemente cuando BuzzFeed News reveló que Grindr estaba compartiendo el estado de VIH, los gustos sexuales y otros detalles personales íntimos de sus usuarios con proveedores externos de software.xii Al principio, la compañía ignoró los reclamos sobre cómo esa información (que se envió junto con los datos de GPS de los usuarios, ID de teléfono y su correo electrónico) podría terminar en ataques dirigidos en línea y fuera de línea.xiii Como si no reconocieran que el estado de VIH de las personas sigue siendo motivo de discriminación y estigmatización,xiv tardaron muchos días para lanzar finalmente una disculpa pública.xv

 

De muchas maneras, esto es exactamente lo que ocurre cuando las aplicaciones de citas aún no previenen completamente el acoso de las mujeres incluso después de bloquear a las personas, o cuando los datos personales y sensibles de las y los usuarios están desprotegidos y con grandes riesgos de ser filtrados,xvi entre muchos ejemplos de vulnerabilidades.

 

 

 

“Cuanto más definen mi perfil, más cerca están de identificarme”

 

Por supuesto, la violencia de género no fue creada por las aplicaciones de citas y, como vimos antes,xvii mujeres heterosexuales y personas LGBTIQ ya tienen una larga cultura de tomar medidas de seguridad para las citas que, naturalmente, se han adaptado al contexto en línea.

 

Sin embargo, detrás de esa sensación de "seguridad" cuando utilizamos estas aplicaciones debido a la cantidad de datos que podemos encontrar de nuestro próximo ligue, todavía hay una falta de comprensión por parte de las y los usuarios, como también de las empresas, sobre qué tan arriesgada puede ser la situación cuando la sexualidad de las personas puede ser considerada contra las normas sociales, culturales o incluso legales. El perfilado de las y los usuarios por parte de estas empresas podría contribuir a facilitar la violencia contra las personas LGBTQ y las mujeres heterosexuales.

 

El perfilado de las y los usuarios por parte de estas empresas podría contribuir a facilitar la violencia contra las personas LGBTQ y las mujeres heterosexuales.

 

Pero, como ha declarado el especialista en seguridad digital, Norman Shamas, la carga de mantener la seguridad no debe recaer únicamente en las personas usuarias: "Las plataformas tienen la responsabilidad de proporcionar a las y los usuarios información sobre los riesgos específicos que pueden tener al utilizar sus tecnologías, y ofrecer herramientas razonables en la aplicación que puedan mitigar algunos de esos riesgos".xviii Es en esta mezcla entre responsabilidad individual y corporativa donde tal vez podríamos encontrar la clave para vivir una vida sexual de forma más libre y segura a través de aplicaciones de citas.

 

 Agradecemos a Fieke Jensen, Raquel Rennó, Joana Moll, Reem de 7iber, Nicole Shephard y Ravida Din. Parte de la investigación para este artículo fue producida en la escuela de verano DMI en la UvA con la colaboración de Amanda Greene, Andrea Benedetti, Beatrice Gobbo, Cindy Krassen, Esther Weltevrede, Giacomo Flaim, Iulia Coanda, Laetitia Della Bianca, Lauren Teeling, Liping. Liu, Mace Ojala, Mace Ojala, Philip Hutchison Barry, Rebekka Stoffel, Simon Boas y Sofie Thorsen.

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