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Las comunidades de jugadoras de videojuegos se reunieron el 12 de abril en una marcha virtual contra la discriminación de género. Fue la primera protesta realizada en un videojuego bajo la consigna #WePlayToo (nosotras también jugamos).

La sexualización y la concepción de las mujeres como objetos en algunos de los títulos más vendidos han colocado a la industria del videojuego la etiqueta de machista y homófoba, pero ¿está cambiando esta situación? Acerquémonos al debate.