Entrevista con Charô Nunes1, del colectivo Blogueiras Negras2:

CR – ¿Cómo entiendes al blog Blogueiras Negras y la presencia en las redes sociales con relación a la militancia de las mujeres negras en un entorno tan diverso como internet? Específicamente, ¿cómo es el canal de comunicación con los lectores? ¿Ustedes reciben e-mails, comentarios, en qué proporción? Vi, por ejemplo, que en el blog muchos textos no tienen comentarios, ¿los comentarios son moderados para evitar expresiones de odio o por alguna razón no atraen este tipo de ataques?

Charô Nunes: Blogueiras Negras surgió en un momento en el que prácticamente no se discutía la presencia de las mujeres negras en internet, o por lo menos cuando ese debate no era tan común. No se hablaba de blogueras negras, un reflejo del medio opresor que es la red. La idea fue justamente reunir nuestra producción, que estaba dispersa, de modo que pudiéramos ser la pauta de nosotras mismas, tener visibilidad. Mostrar que internet, ese ambiente considerado tan diverso, no era y no es lo que aparenta.

Ese es el punto: internet es mucho menos diversa de lo que podría ser. Obviamente, el panorama es mucho menos homogéneo de lo que era en el año 2000, por ejemplo, cuando la blogósfera era cosa de hombres blancos. Sin embargo, dependiendo de la dirección hacia la cual se mira, todavía lo sigue siendo. O sea, hasta que seamos al menos el 50% en los espacios mediáticos más grandes y más influyentes, dentro y fuera de internet, y también en los cargos de mando y decisión real, la lucha continúa.

En el caso de la interacción con las lectoras y lectores, recibimos bastantes contactos a través del blog, que tiene un espacio para eso, además de a través del e-mail y comentarios. Gran parte de los e-mails son para contar una historia, pedir una sugerencia de texto o ayuda para lidiar con conflictos. En el caso de los comentarios, tenemos dos públicos distintos. El de las mujeres negras que se sienten acogidas por nuestros textos y el de personas blancas, casi siempre difundiendo contenido racista, sexista, gordofóbico, lesbofóbico, transfóbico, por solo mencionar algunos casos.

En función de eso, los comentarios son moderados, lo que genera mucha frustración entre los lectores blancos que están acostumbrados a tener siempre voz, no importa sobre qué. Argumentan que luchamos por los derechos humanos, pero ejercemos la censura, lo que obviamente no nos interesa: existen opiniones contrarias a los derechos humanos en todas partes y nuestro enfoque es crear visibilidad para quien no la tiene, no para quien siempre la tuvo y se siente con el derecho de atacarnos porque escribimos y hablamos.

CR – Siendo mujeres negras que sufren de manera constante discurso de odio y amenazas a través de internet, ¿cómo ves esa visibilidad en la web, dando voz a una minoría históricamente excluida, como las mujeres negras? La pregunta puede parecer amplia, pero la idea aquí es pensar en las consecuencias que vemos de la violencia en internet contra minorías, que genera desde autocensura hasta cambios en la rutina de las personas (en el caso de amenazas concretas a la integridad física), ataques a servidores para generar DoS (en el caso de colectivos), etc. ¿Cómo se posicionan ustedes en cuanto a eso (si es que sufrieron ese tipo de cosas en el blog)?

Charô Nunes: Una mujer negra incomoda a mucha gente. Por el simple hecho de existir. Ahora, imagina a muchas de nosotras cuestionando de manera pública y notoria no solo lo que se espera de nosotras, sino también toda la violencia que se dirige a nosotras. Eso es Blogueiras Negras. En función de eso, ya vivimos graves intentos de silenciarnos, tanto Larissa Santiago, como Maria Rita Casagrande, Thiane Neves y yo misma. Todas ya fuimos perseguidas de manera virtual y presencial, tuvimos nuestra integridad y reputación amenazadas públicamente.

Los autores de esas agresiones fueron individuos denunciados por sus opresiones, desde gente de ultraderecha y hombres del movimiento negro, hasta grandes medios de prensa. Individualmente, eso puede incluso generar dudas que enseguida se disipan dada la certeza de que estamos en el camino correcto. Sobre todo, no estamos solas. Sería una demostración de falta de humanidad exigir a quien sufre ese tipo de violencia que se comporte como si nada hubiera pasado.
Muchas veces los ataques se concentran en nuestro sitio web, lo que consideramos como parte de la rutina. No importa cuántas veces el sitio salga del aire, volveremos a colocarlo. Y cada vez más lindo. Es interesante decir que ya tuvimos incluso hasta nuestra identidad visual copiada, con el objetivo de desalentarnos. Más de una vez rehicimos todo, y expreso aquí un gran agradecimiento a la compañera Maria Rita Casagrande, mujer negra de tecnología, mujer de múltiples facetas.

CR– Muchas veces leemos en los medios de comunicación que apuestan a una contraposición entre el comportamiento del individuo offline y online, es decir, algunos textos afirman que las personas asumen una personalidad agresiva solo cuando están detrás de una PC porque supuestamente mantienen el anonimato. ¿Crees que eso es realmente así o que la violencia online es igual en proporción a la violencia que existe en el mundo real?

Charô Nunes: Es muy común que las personas menosprecien el activismo online porque no tendría impacto en la realidad concreta. Esa crítica se dirige a las feministas, de un modo bastante simplista y a veces deshonesto. Ese error o injusticia, como quieran considerarlo, desestima el hecho de que las violencias concreta y simbólica se retroalimentan, justificándose y naturalizándose mutuamente, dentro y fuera de las pantallas.

Desestima la importancia estratégica que tiene la comunicación en cualquier batalla, especialmente cuando existe la necesidad de una revolución en los modos de pensar y actuar de una parte privilegiada de la población. Así, discutir y dar visibilidad en la red a las violencias que nos afectan es causa y consecuencia de nuestra actitud combativa dentro y fuera de internet y también de los que vinieron antes de nosotros, dentro y fuera de la militancia.
La verdad es que ninguna mujer negra puede ser acusada de no militar en carne y hueso. Para muchas de nosotras, que no tenemos dinero para tomarnos un autobús o estamos enfermas hasta los huesos por el racismo, escribir en la red es una victoria cuya importancia no puede disminuirse, así como no se puede menospreciar a cualquier mujer negra que enfrenta una sociedad opresora, siendo el sostén de la casa, por ejemplo, pero sin participar formalmente de la militancia organizada.

Otra forma de reflexionar sobre la cuestión es imaginar una internet donde tan solo hubiera expresiones de odio contra las minorías en función de su color, identidad de género, orientación, creencia, tipo de cuerpo, etc. Ciertamente, esos contenidos tendrían, como de hecho tienen, un impacto nefasto sobre la sociedad en la que vivimos. No se puede, en ningún momento, creer que su alcance es tan solo virtual porque su discurso tiene un único objetivo: silenciar, enfermar y matar, de manera concreta o simbólica, a personas negras.

CR– En Brasil se están discutiendo propuestas de ley (como las que están en la comisión parlamentaria CPICiber), donde vemos que algunos relatores y defensores del proyecto de ley utilizan la privacidad como sinónimo de garantía de libertad de criminales y de libre circulación del discurso de odio online. ¿Crees que el control del discurso de odio online pasa por el control y la supervisión constante del poder público? ¿En resumen, la censura debe ser previa y basada en la vigilancia constante o posterior? ¿Qué soluciones existen para el equilibrio entre la tolerancia entre visiones distintas de mundo y lo que configura el discurso de odio?

Charô Nunes: Entender la privacidad como causa del discurso de odio no es otra cosa que una estratagema para justificar una censura que no tiene como objetivo terminar de hecho con las narrativas contra las mujeres negras y otras minorías. Tiene más relación con cohibir los derechos a la comunicación y el derecho a la privacidad. En ese caso, los más penalizados serían quienes están en la lucha, no sus verdugos que se fían mucho más de la impunidad que gozan quienes difunden opiniones de odio que de la privacidad. Incluso porque esas personas no se esconden, sabemos quiénes son.

Entonces, lo primero se debe conceptualizar muy bien es qué se considera discurso de odio. La actuación de las Blogueiras Negras, que defiende una comunicación afirmativa, es entendida por quien es racista como discriminación contra los blancos. Esa comprensión distorsionada y racista, debo insistir, origina el odio camuflado como contenido afirmativo en defensa de quien ya tiene privilegios. La intención no es otra que ridiculizar la lucha por los derechos humanos mediante una falsa simetría. Se habla de orgullo blanco y orgullo heterosexual, solo para tener una idea.

Nosotros entendemos por discurso de odio toda y cualquier manifestación hecha por individuos, grupos sociales o estados dirigida contra las minorías en función de sus especificidades o de tipo afirmativo para quienes están en condiciones privilegiadas de poder. Dichas manifestaciones no deben ser contempladas por el derecho a la libertad de expresión, bajo ningún pretexto, sino que deben debatirse públicamente, respetando la primacía de la voz de las minorías por ellas afectadas y teniendo como objetivo reparaciones y sanciones legales proporcionales al daño causado según las víctimas.

La censura previa de discursos racistas sería la pérdida de la oportunidad de apuntar a sus autores y hacer visibles dichas violencias, teniendo como consecuencia posible la permisividad con el racismo y el disimulo de las tensiones raciales, por ejemplo. Terminamos con el racismo hablando abiertamente sobre él en todas las oportunidades, discutiendo con nuestros niños, nuestras compañeras, denunciando pública y legalmente la blanquitud, sus mecanismos y agentes. Desde personas que creen que pueden ofrecernos bananas para hacer una broma hasta el estado genocida.

CR – Cuando se habla de dar voz a las minorías en internet hablamos también de acceso. ¿Cómo problematizan o lidian, como activistas e investigadoras, con la falta de acceso a internet que las mujeres negras sufren de modo más agudo que el resto de la población? Sé que el blog solo existe en el mundo virtual, pero como integrantes, ¿ustedes ofrecen cursos, orientaciones, militan o aportan discusiones sobre la ampliación del acceso a la web?

Charô Nunes: En 2013, según el “Retrato de las desigualdades” (Ipea), el número de hogares sin máquinas lavadoras era 42,6%. Entre las familias en las que el jefe del hogar era un hombre blanco, ese universo era de 28,8%, mientras 54,9% de los hogares en los que el jefe era una persona negra no tenían máquina lavadora. El número de domicilios sin computadora era la mitad de la población. Entre los hogares cuyos jefes eran hombres blancos, la proporción era de 39,6%, y subía a 61% entre los hogares cuyas jefas eran mujeres negras.

El apartheid digital no termina cuando uno simplemente pone una computadora frente a una persona negra. Antes que nada, es necesario hacer que esa máquina sea sinónimo de cotidiano, y no un privilegio que fue tan costoso de obtener y que debe usarse con moderación en situaciones muy especiales. Debemos verificar las condiciones materiales para que las computadoras sean no solo compradas, sino también actualizadas y mantenidas satisfactoriamente.

Además, tenemos que pensar en profundidad la inclusión digital, considerando su complejidad, y sabiendo que no siempre se traduce en sociabilidad, ciudadanía y actuación en la esfera pública, porque muchas veces no viene acompañada de la mejora significativa de otros índices o del acceso a la información sobre qué es la red. Lo mismo ocurre en el mercado laboral. La mujer negra viene destacándose en la tarea de aumentar su escolaridad, lo que no siempre da como resultado mejores puestos de trabajo.

La actuación de Blogueiras Negras tiene por objetivo, de forma indirecta, mostrar que podemos a través del acceso y la ocupación de espacios citadinos que nos son negados, dentro y fuera de internet. Cuando te propones hablar de ti mismo y tu comunidad, estableces una nueva relación entre las personas, que se convierten no solo en consumidores, sino en fuentes de información, posibilitando una comprensión diferente de lo que es el conocimiento, cuál es su finalidad y de la propia mediación tecnológica en sí.

Ahora, en octubre, tendremos el evento Encontrão do Blogueiras Negras, que pretende promover el empoderamiento de las mujeres negras en diversos lugares de Brasil con intercambio de información, aprendizaje y vivencias con respecto a la comunicación y nuevos medios, además de inclusión digital. Nuestra idea es discutir, entre otras cosas, cómo usar la red como herramienta de lucha, pensando en el acceso como algo mucho más allá de tener una computadora conectada a internet.

Charô Nunes es una mujer negra, feminista interseccional. Madre, no monogámica, vegetariana, atea, ciclista, coordinadora de Blogueiras Negras

Artículo publicado con permiso de Oficina antivigilancia

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