La campaña lanzada el 21 de Mayo de 2013 bajo el mensaje de “Actúa para poner fin a la violencia de género en Facebook”, contó con el apoyo de más de 100 colectivos (entre ellos ¡Dominemos la tecnología! y el Programa de derechos de las mujeres de APC) y consiguió que Facebook se comprometiera a re-examinar su respuesta a la violencia contra mujeres y niñas en su plataforma. Estas respuestas a las preguntas frecuentes acerca de la campaña brindan un completo panorama de los puntos en cuestión.



P: ¿Tienes ejemplos del tipo de páginas que los anunciantes deberían conocer porque sus anuncios podrían aparecer allí?



R: He aquí una lista de páginas y contenidos que ilustran una aceptación extendida y sistematizada de la violencia hacia las mujeres. En muchas instancias hubo denuncias y estos contenidos fueron sometidos a un proceso de revisión de Facebook, a veces obtuvieron decenas de miles de defensores/as, y sólo fueron quitados luego de ser expuestos activamente en los medios y de manifestaciones públicas de protesta. Algunas páginas siguen activas y no fueron quitadas, a pesar de las protestas.



P: ¿Por qué centrar esta protesta/iniciativa/proyecto en Facebook?



R: Facebook tiene más de mil millones de usuarios y usuarias y es una cultura y un medio social con mucho poder. Forma parte de internet pero no “es” internet. La empresa tiene procedimientos, términos y lineamientos comunitarios que interpreta y obliga a cumplir. Lo hace a veces de maneras prejuiciosas que marginan a las niñas y las mujeres y contribuyen a la violencia contra ellas, lo que es inaceptable.



P: ¿Por qué se enfoca en los anunciantes y no trabaja directamente con Facebook para resolver el problema?



R: En los últimos años, múltiples individuos y organizaciones se han acercado a Facebook y han trabajado en estos problemas. Sin embargo, a pesar de esos esfuerzos, Facebook sigue aprobando regularmente contenidos que promueven la violencia hacia las mujeres. Los últimos intentos de comprometer a Facebook para que esto no suceda tampoco dieron resultado.



P: Los anuncios de Facebook ¿apuntan más bien a usuarios/as individuales que a páginas, con el fin de que los anunciantes no puedan controlar dónde aparece su publicidad?



R: Esta campaña no apunta a demonizar a los anunciantes – estamos llamando su atención hacia el hecho de que sus anuncios aparecen en estas páginas y quizá ni siquiera sean concientes de ello. Pero el hecho de que el sistema de publicidad de Facebook funciona de esta manera significa que, mientras siga permitiendo contenidos que muestran a incitan a la violación y la violencia doméstica, los anunciantes deben ser concientes de que sus anuncios pueden aparecer en ese tipo de páginas. Aunque soliciten a Facebook la eliminación de alguna página específica en la que podrían aparecer sus anuncios, deberían saber que sus marcas aparecerán en lugares que patrocinan contenidos que se burlan, banalizan y promulgan la violencia de género, a menos que Facebook de los pasos que hemos solicitado para eliminar pública y claramente tales contenidos. Así que, de la misma manera que una empresa tendría que decidir si desea anunciar en las páginas de una revista que publica expresiones de odio hacia un grupo particular, los anunciantes deben decidir si quieren hacer publicidad en Facebook mientras no se resuelva este problema.



P: ¿Qué prohíben exactamente los lineamientos de Facebook?



R: Los lineamientos de la comunidad de Facebook prohiben los desnudos y la pornografía, la violencia gráfica con fines sádicos; el discurso del odio; el acoso y la intimidación incluyendo “la conducta abusiva dirigida contra individuos privados”; todo contenido que parezca legitimar la amenaza y el daño propio. Los contenidos que puedan constituir “un riesgo genuino de daño físico o una amenaza directa para la seguridad pública” están prohibidos, al igual que todo lo que indique que un/a usuario/a está organizando “actos de violencia en el mundo real”.



P: Si Facebook prohibe atacar a grupos identificados y los discursos de odio, ¿cuál es el problema?



R: Las normas de la comunidad de Facebook indican: “No permitimos que los individuos… ataquen a otros por su raza, etnia, origen nacional, religión, sexo, género, orientación sexual, discapacidad, o enfermedad médica”. Pero, en la práctica, Facebook se ocupa más agresivamente de algunas formas del discurso de odio que de otras. El discurso de odio de género cuyo blanco son las mujeres por el hecho de ser mujeres no se considera como una forma legítima de discurso de odio en Facebook.



P: Pero, ¿qué pasa con la libertad de expresión? ¿No se está defendiendo la censura?



R: Facebook es una empresa, no un actor gubernamental, y por lo tanto no está sujeta a la Primera enmienda (First Amendment). A pesar de declarar su dedicación al principio de la libertad de expresión, Facebook toma millones de decisiones sobre qué tipo de expresiones se permiten y cuáles no a través de su procedimiento de moderación. Por los procedimientos que utiliza, Facebook es un vigilante del discurso diario. Exigimos que Facebook enfrente abierta y activamente en su plataforma el discurso de odio sexista y de género, y que deje de esconderse tras interpretaciones sexistas de palabras como “libertad de expresión”, “seguridad”, “humor” y “amenazas creíbles”. Se quiere dar la impresión de que participar en Facebook es como ir a una fiesta donde las personas tienen la oportunidad de expresar opiniones diversas de manera libre y abierta. En esta imagen, Facebook puede parecer la mesa a la que se sientan esas personas a cenar. Pero no es así. En esta ecuación, debido al procedimiento de moderación y los lineamientos existentes, Facebook es la anfitriona de la cena. Puede pedirle a las personas que se retiren si tiene problemas con alguna de las opiniones expresadas, y lo hace.



P: ¿En qué sentido Facebook daña específicamente a las mujeres?



R: Existen cuatro maneras principales:



1) Facebook prohibe el discurso de odio. Los moderadores y moderadoras de la compañía se ocupan todos los días de contenidos violentamente homofóbicos, islamofóbicos y antisemitas. Así que, por ejemplo, decir “odio a los/as musulmanes/as”, u “odio a los/as judíos/as” no está permitido (menos mal). Sin embargo, las páginas que expresan sentimientos similares, pero en relación a las niñas y las mujeres – a menudo con lenguaje misógino y sexista – no entran en esta prohibición. Nuestra objeción es que Facebook es incoherente a la hora de decidir qué es el discurso de odio y quién es blanco válido para el odio.



2) Facebook emplea un doble discurso groseramente sexista en lo que se refiere a la representación del cuerpo de las mujeres. Las fotografías pornográficas – que tampoco están permitidas en las condiciones de uso de Facebook – y muestran el cuerpo de las mujeres como objeto sexual, incluyendo imágenes de mujeres totalmente expuestas, atadas, mujeres sometidas a un dolor extremo, muertas y abusadas, se mantienen en el sitio, mientras los contenidos que representan el cuerpo de las mujeres con otros propósitos – ya sea salud, educación, arte o manifestación política – son rechazados y eliminados. Por ejemplo, se prohiben regularmente las imágenes de madres amamantando, o de placentas, o ilustraciones médicas de los órganos sexuales y reproductores de las mujeres. Los moderadores y moderadoras de Facebook eliminan esos contenidos – a menudo creados por mujeres para mujeres – mientras permiten el uso de fotografías de niñas y mujeres sin su consentimiento y con la finalidad de acosarlas, amedrentarlas, avergonzarlas y establecer comparaciones sexuales. La semana pasada, la página Daily Beast de Facebook fue suspendida por publicar una pintura famosa que retrata a Bea Arthur sin ropa de la cintura para arriba.



3) Facebook excluye el discurso de las mujeres por ser político o artístico, aunque afirma que se dedica a permitir la libertad de expresión al servicio de la justicia social. Un estribillo que se repite a menudo para defender la postura de Facebook al permitir determinados contenidos, incluso los que contienen violencia gráfica (que también viola sus propios lineamientos), es que la empresa desea mostrar el mundo real y ayudar a catalizar el cambio social. Pero, a la vez, Facebook castiga sistemáticamente a las activistas feministas eliminando del sitio sus contenidos, suspendiendo sus cuentas y desactivando sus vínculos, como sucedió en el caso del Levantamiento de las mujeres en el mundo árabe (Uprising of Women in the Arab Word). Por ejemplo, Hildur Lilliendahl, una feminista de Islandia que creó una página para protestar contra imágenes como esta: una mujer con ropa interior, atada con cuerdas, con una manzana en la boca igual que un chancho en el asador, colgada de una larga vara de metal que cargaba un grupo de hombres como en una procesión. El pie de foto era: “Feminista encontrada en la ciudad esta mañana – capturada y llevada al asador.” Cuando Lilliendahl reenvió una amenaza recibida en su contra, fue suspendida y su cuenta fue bloqueada al menos cuatro veces. Las amenazas quedaron. Facebook se disculpó al final, pero no hizo ninguna declaración en cuanto a los cambios realizados en sus políticas o procedimientos para que esto no volviera a suceder. Otros ejemplos sobre circunstancias similares son: Rapebook, The Uprising of Arab Women, Women on Waves (Mujeres en las olas), The Girls Guide to Taking Over the World (Guía para chicas que quieren dominar el mundo), Rabid Feminist (Feminista rabiosa), Thorlaug Agustsdottir, Mama to Mama, Feminists at Sea (Feministas en el mar). En muchas instancias, luego del hecho, Facebook se disculpa y restituye la cuenta o el contenido. Pero parece haber una tendencia a censurar las espadas políticas y artísticas de las mujeres, mientras se permite el discurso de odio hacia ellas.



4) La manera en que se estructura el procedimiento de moderación de Facebook – tomar cada incidente y denunciarlo como algo aislado, sin relación con el resto, en forma individual – no sirve para ocuparse del ambiente en general creado por esta falla – un ambiente dañino y hostil hacia las mujeres, que se ven desproporcionadamente silenciadas.



P: ¿No pueden entender una broma?



R: Muchas personas sostienen que las bromas sobre violación o violencia doméstica no constituyen una forma de discurso de odio, o que no pueden causar daño, o generar un ambiente inseguro. Facebook clasifica sistemáticamente los contenidos sobre violación y violencia doméstica como [Humor] o [Humor controvertido]. Los estudios muestran que las bromas sobre violencia hacia las mujeres son desencadenantes para las víctimas y degradan la capacidad de empatizar con las víctimas entre las personas expuestas a tales contenidos. No sólo se normaliza la violencia, volviéndola cada vez más tolerable para los espectadores, sino que también se alienta a los perpetradores a encontrarse y formar comunidades con la entusiasta sanción de la sociedad, creando así un espacio inseguro donde fácilmente se puede acosar, amedrentar y silenciar a las niñas y las mujeres. Los estudios muestran repetidamente que las bromas sobre violación y violencia doméstica crean un ambiente dañino que tiene consecuencias para las mujeres en el mundo real. Estas bromas constituyen una categoría entera de lo que se llama “humor humillante”, definido como contenidos racistas o sexistas que humillan, menosprecian o marginan a un grupo definido. En general, el humor humillante que apunta a un grupo racial o religioso no está permitido en Facebook. Sin embargo, el humor humillante contra las mujeres sí lo está. Nos sentimos fuertemente presionadas a entender exactamente qué es lo que hace que la violación o el golpear a las mujeres sea divertido o controvertido.



P: ¿Acaso algunos discursos que incluyen contenidos gráficamente violentos no son políticos e importantes?



R: Si, pero, de nuevo, Facebook ha demostrado su incapacidad de considerar el discurso de las mujeres con igualdad. Tomemos el ejemplo de Amina Tyler, una activista por los derechos de las mujeres de Túnez, cuyas fotos de protesta en topless, como todas las fotos de mujeres manifestando ya fuera parcial o completamente desvestidas, fueron eliminadas de las páginas de Facebook. En otro caso, Uprising of Arab Women, se eliminaron las fotos de sí mismas que compartieron las mujeres, completamente vestidas pero sin pañuelo en la cabeza y retratadas con expresión de desear, por ejemplo “sentir el aire en mi cabello y en mi cuerpo”. Los administradores a cargo de esta página, que usaba una forma de protesta no violenta mediante el uso de cuerpos de mujeres con fines no sexualizados fueron suspendidos por Facebook. Los conservadores denunciaron las fotos de mujeres con la cabeza destapada que aparecieron en el sitio de UWAW. Luego de una respuesta mínima de Facebook, que explicó que uno de los despidos fue un error y el otro, una violación legítima de las normas. Las políticas sexualizadas, sometidas a la visión del hombre (bromas sobre violación sí, madres amamantando no; chicas de calendario pornografizadas sí, cochecitos con el pecho al aire, no) no sólo son puritanas y sexistas, sino que resultan en la supresión de la expresión de las mujeres.



P: ¿No es cierto que Facebook no se dedica a establecer reglas de buen comportamiento para toda la sociedad?



R: Si eso es cierto, debería eliminar sus lineamientos para la moderación de contenidos y ofrecer un “mercado de ideas” realmente abierto. Sólo estamos pidiendo que Facebook aplique sus propias normas existentes que prohiben el discurso de odio contra las mujeres.



P: ¿No hay cierto riesgo de que un exceso de regulación suprima el discurso?



R: El discurso de las mujeres ya está suprimido desproporcionadamente en el actual sistema (teóricamente “neutro”). Cuando se acosa y se amenaza a las mujeres en línea, o hay un discurso de odio en base al género, es menos probable que participemos abiertamente en línea. Facebook ya está suprimiendo el discurso de las mujeres al permitir que florezca el discurso de odio de género en sus páginas.



P: ¿Acaso internet no es ofensivo? Y Facebook ¿no permite una cantidad de materiales ofensivos?



R: Lo ofensivo es que infligir dolor a las niñas y las mujeres – dolor que se inflige por ser mujeres – sea algo común, entretenido y aceptable. Los contenidos que reducen a las niñas y las mujeres a las partes de su cuerpo y se burlan de la violencia sexual y doméstica dan el mensaje de que somos violables para cumplir el propósito y entretener a otras personas. A la vez, estos contenidos perpetúan estereotipos perjudiciales sobre lo que hace “reales” a los hombres – la violencia, el control, infligir dolor a otros/as, ausencia de empatía, ninguna debilidad ni desamparo.

La posición de Facebook es que: “A veces vemos que las personas cuelgan contenidos desagradables o groseros. Si bien pueden ser contenidos vulgares, ofensivos y chocantes, en sí mismos no violan nuestras políticas. Sin embargo, no hay lugar en Facebook para contenidos “llenos de odio, y amenazas o incitaciones a la violencia, y no toleraremos materiales que sean genuina o directamente dañinos.” Esa posición está muy bien en la superficie, pero Facebook se niega a reconocer que la violencia hacia niñas y mujeres “está llena de odio y amenazas o incitaciones a la violencia” demasiado a menudo. Por eso llamamos a Facebook a cambiar sus políticas. Estamos resistiendo a un ambiente que tolera sistemáticamente el odio, la degradación, la objetivación y la marginación de niñas y mujeres, detrás de lo cual merodea la violencia real. Las mujeres, aculturadas en un mundo donde una de cada tres mujeres será violada o golpeada, no pueden separar esta realidad de su experiencia en línea (en Estados Unidos, la cifra es de una cada cinco; para los hombres, la proporción baja a uno cada 77). Las estadísticas de violencia doméstica reflejan una epidemia similar. Cuando las víctimas son adolescentes mayores o adultas, la mayoría de los perpetradores en ambos casos son hombres. Esta dinámica se refleja y se perpetúa en la misoginia en línea. Facebook tiene una postura distintivamente machocéntrica de lo que significa “genuina o directamente dañina” a la hora de evaluar la seguridad.



P: ¿Qué tiene que ver esta iniciativa con la seguridad?



R: Los hombres y las mujeres, en conjunto, entienden “seguridad” de manera diferente, lo que es evidente en una brecha de seguridad del mundo real, basada en el sexo. Así que, por ejemplo, en Estados Unidos, 89% de los hombres encuestados se sienten seguros para caminar de noche por su barrio. El porcentaje de mujeres en la misma situación es apenas 62. Esta brecha se refleja en el hecho de que 75% de los abusos en línea apuntan a mujeres. No es realista esperar que las niñas y las mujeres, aculturadas en un mundo donde una de cada tres mujeres sufrirá abuso sexual (en Estados Unidos, la cifra es de una cada cinco; entre los hombres, la proporción baja a uno cada 77), sean capaces de separar esta realidad de su experiencia en línea. La violencia doméstica y las estadísticas de homicidios muestran un índice similar de violencia de género. Las mujeres experimentan y evalúan la seguridad de manera diferente a los hombres y las políticas de Facebook no tienen ésto en cuenta.



P: ¿No pueden simplemente dejar de usar Facebook?



R: Facebook es un espacio público muy disputado, lo que significa que hay diferencias de opinión en cuanto a quién debería comprometerse públicamente y dichas opiniones suelen expresarse contra las mujeres de maneras hostiles. Las mujeres no deberían verse forzadas, por defecto, a ceder este espacio público debido a que la compañía no examina sus políticas y sus procedimientos. Hace poco cayó una página llamada Rapebook, creada para brindar un espacio donde las personas pudieran identificar y denunciar colectivamente contenidos de Facebook, porque sus fundadores/as – que se habían ido de Facebook – fueron blanco de un ataque en línea. Es importante señalar que las personas que apoyaron los esfuerzos de Rapebook no querían mostrar su apoyo público en Facebook por temor a un ataque similar, que cruzó hasta el mundo “real” de sus fundadores. Esos usuarios (cuya inmensa mayoría son mujeres) sufrieron una genuina pérdida de libertad de expresión por acoso y conductas sexistas y abusivas en línea. La gente que se quedó cómoda en Facebook hace una apología de la violación y son las que crean contenidos que glorifican la degradación de las mujeres. La interpretación que hace Facebook sobre la “libertad de expresión” se usa como defensa contra acciones injustas que intimidan y silencian a las usuarias y crean un espacio hostil.



P: ¿Por qué centrarse en las niñas y las mujeres, en lugar de enfocarse en la violencia en general?



R: Porque las mujeres son universalmente marginadas y sujetas a altos niveles de violencia y la postura de Facebook exacerba esa realidad. Facebook no puede ignorar el efecto del discurso y la expresión en el estatuto social de las mujeres como grupo, con el fin de aplicar sus lineamientos en forma justa y eficiente. Estadísticas sobre violencia hacia las mujeres (cliquear aquí, aquí y aquí). Estadísticas sobre actitudes hacia la violencia contra las mujeres (cliquear aquí).



P: ¿Qué puede hacer Facebook para solucionar ese desequilibrio?



R: Le pedimos a Facebook que se comprometa a dar tres pasos:



1. Reconocer las expresiones que trivializan o glorifican la violencia hacia las niñas y las mujeres, declararlas discurso de odio y comprometerse a no tolerar esos contenidos.



2. Capacitar a moderadores y moderadoras para que reconozcan y eliminen el discurso de odio relativo a cuestiones de género.



3. Enseñar a moderadores y moderadoras a entender que el acoso en línea afecta de manera diferente a mujeres y hombres, en

parte debido a la pandemia de violencia hacia las mujeres que hay en el mundo real.



La capacitación implicaría el compromiso de Facebook con un proceso de desarrollo de políticas relativas a la violencia hacia las mujeres que involucrase los insumos de las organizaciones y activistas feministas, así como de quienes defienden los derechos de las mujeres.



P: ¿No armó Facebook un “Grupo de trabajo contra el ciberodio” (Anti-Cyberhate Working Group) junto con otras empresas en línea, como Twitter y Yahoo?



R: Sí. Pero el grupo parece interesado en ver cómo es que las empresas como Facebook podrían aplicar sus lineamientos a nivel transnacional. Nosotros sostenemos que, para empezar, sus lineamientos tienen fallas y son dañinos. En un artículo escrito hace poco para The New Republic, Jeffrey Rosen explica que muy pronto en la definición del proceso de Facebook se decidió que “las normas vagas para prohibir las expresiones que crean un ‘ambiente hostil’ no son prácticas” y que la persona responsable de crear un nuevo proceso utilizó como modelo los “códigos anti acoso de la universidad”. El índice de violencia sexual y doméstica en los campus universitarios de Estados Unidos es más alto que el de la población en general. Las facultades de todo el país tienen denuncias por violaciones del Título IX, por no proteger a sus estudiantes mujeres del acoso, la violencia y la violación sexual. Esas instituciones son tolerantes con la violencia hacia las mujeres y constituyen un ideal terrible como modelo.



P: ¿Por qué crees que las normas sobre libertad de expresión de Facebook son tendenciosas contra las mujeres?



R: Facebook ha declarado que su deseo es brindar un foro para el libre intercambio de ideas y la diversidad de opiniones, y permitir que las personas autónomas e independientes tomen decisiones por su cuenta. Facebook sostiene también que sólo se debería limitar la expresión cuando ésta se propone generar violencia o delitos “reales”, o cuando es probable que ese sea el resultado. La empresa no considera en absoluto la idea de que un discurso que desprecia, humilla, objetiva y amenaza a las mujeres con violencia tiene sobre ellas precisamente el efecto contra el que aseguran estar protestando: su expresión se ve constreñida y deja de ser libre. Además, la violencia “real” no parece incluir efectos tales como la ansiedad, la preocupación, o los cambios de comportamiento que experimentan las mujeres en ambientes hostiles. Si bien, en la superficie, a Facebook le interesan la diversidad y el pluralismo, la realidad es que perpetúa ideas profundamente patriarcales que silencian y castigan a las mujeres. De lo contrario, resulta muy difícil explicar el doble discurso preponderante en la representación del cuerpo de las mujeres y su discurso. Las afirmaciones de la empresa en cuanto a su liberalismo neutral relativo a la expresión tienen un resultado conservador y sexista.



FAQ original en inglés



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