Cuando hay algún problema con la conexión a internet en casa, no es mi abuela ni mi abuelo quien lo arregla. Tampoco mi mamá ni mi papá. Es mi novio. Son mis hermanos. Yo misma. Somos la primera generación criada en la era digital – en una world wide web con Wikipedia como nuestra libreria y Skype como nuestro teléfono. En el caso de internet no se trata necesariamente de papá y mamá educando a sus hijos/as y sí los hijos e hijas enseñándoles a ellos acerca de Youtube y Facebook. Debemos reconocer que internet es un espacio donde las personas se juntan, comparten y se conectan – y que las personas jóvenes, varones y mujeres jóvenes, son protagonistas. Con esto en mente, me puse feliz al descubrir que en el FGI habia muchas sesiones que tocaban asuntos relativos a niños/as y jóvenes. Pero ¿cómo se las arreglaron para convertir todos los talleres sobre protección de los derechos del niño y la niña – incluyendo el derecho al acceso a información y el derecho a la privacidad – en debates concentrados principalmente en los desafíos de internet, tales como el abuso infantil? ¿Por qué no habia ningún o ninguna panelista menor de 50 años de edad en la Honorable Sesión del País Anfitrión de esa mañana sobre problemáticas de la juventud, la importancia de la participación y el compromiso de la juventud en el FGI de este año? ¿Y por qué la mayoría de los debates sobre internet y sexualidad están rodeados de negatividad – con palabras como “bloqueo”, “pornografia infantil” y “obsceno”?


A la gente joven, así como a otros seres humanos, les da curiosidad la sexualidad. Y dejenme decirles, hay mucho sexo en línea – así como probablemente haya una Playboy debajo de la cama de mi papá. Está bien. Es normal. Es natural. Es saludable. En los debates sobre sexualidad e internet, con frecuencia se hace alusión a la importancia de la protección de los/as niños/as y los/as jóvenes del contenido peligroso en línea pero también debemos admitir que mirar pornografia en línea no es tan dañino en la mayoría de los casos. Lo que podríamos hacer - lo que debemos hacer, es pensar de forma creativa sobre la edad de acceso adecuado a la pornografía y sobre el desarrollo de contenidos más justos al género y con franqueza. Acerca de incentivar a las personas a cuidar su salud sexual, por ejemplo usando preservativos – tanto en el mundo en línea como fuera.


Internet nos ofrece grandes posibilidades en términos de libertad de expresión, protección de la privacidad y – muy importante – apertura. Internet es un espacio casi ilimitado para que las personas se comprometan en diálogos sobre sexo y sexualidad. Es un lugar donde puedes encontrar otras personas con los mismos pensamientos, ideas o preocupaciones – personas pertenecientes al mismo grupo o minoría, más allá de la distancia física. Internet nos da la oportunidad de postear pensamientos acerca de cualquier tópico que queramos – anónimamente, si así lo quieres o necesitas.


Puedes encontrarlo todo ahi: qué es un blowjob, qué significa double Dutch y otras cosas que tus colegas, parientes o profesores quizás no te digan. ¿Alguna vez te preguntaste sobre las cosas secretas y sexy que hacen en la world wide web? El facilitador de la sesión en la que me estaba presentando fue lo suficientemente listo como para abrir el taller “Regulación de contenidos, vigilancia y derechos sexuales – privacidad, agencia, seguridad” con una pregunta al respecto. Mientras esperamos que la tecnología se arregle, escuchamos algunas interesantes experiencias sobre ser joven y estar en línea. “Yo hago mi declaración de impuestos a través de internet”. Sí, claro.


 


Este artículo fue originalmente publicado en inglés el 18 de noviembre de 2009.




Wieke Vink

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