En el diccionario del Word 97, palabras como “casquivana, fatua, frívola, veleidosa, infiel, voluble y disipada" son, para este programa las palabras adecuadas para sustituir a "seductora". Sin embargo, "seductor" se brinda como "fascinante, atractivo, conquistador, mujeriego y galán". Pero también había otras acepciones más discriminatorias y prejuiciosas: "ninfómana, lujuriosa, ninfomaníaca y ávida sexual" definirían "ansiosa". Mientras "ansioso" se definía como "codicioso, anhelante, afanoso o ambicioso". Un sexismo tan explícito en la definición de los sinónimos dejaba al descubierto el tipo de mentalidad que primaba en los “técnicos” encargados de la elaboración del diccionario.


El actual Office 2007, que ya viene instalado en la mayoría de las computadoras, laptops y netbooks que se venden en España y América Latina, cuenta con un completo diccionario de sinónimos donde se ha tratado de subsanar esta flagrante discriminación hacia las mujeres. Así, si buscamos las palabras anteriormente mencionadas, “seductora/seductor” o “ansioso/ansiosa”, encontraremos que los sinónimos son exactamente los mismos. Lo mismo para la palabra “histérico/histérica”, que como sabemos, en lenguaje popular suele utilizarse más para referirse peyorativamente a las mujeres.


Pero las mujeres, a pesar de estos cambios positivos en los programas de computación propietarios que muchas manejan a diario, también se encargaron de crear herramientas para corregir el lenguaje sexista cuando se escriben documentos utilizando Word. Dos de ellos, de amplia difusión en Internet y que pueden descargarse de forma gratuita, son “La lupa violeta” y “Themis”. Ambos permiten ser utilizados para revisar los textos y corregir allí donde aparezca terminología sexista y discriminatoria.


Es interesante que esta experiencia nos permita constatar que los cambios son posibles cuando las mujeres se organizan para reclamar por sus derechos, incluso el derecho a no ser discriminadas ni agredidas con el lenguaje. También constatamos que las mujeres organizadas nunca se quedan en la protesta, sino que buscan soluciones superadoras, ahora plasmadas en programas correctores de lenguaje sexista para utilizar en las computadoras. La tecnología de la información y la comunicación también es una poderosa herramienta para el cambio en las relaciones de género. La intervención para terminar con el lenguaje sexista en los programas de computación así lo demuestra.


*Coordinadora regional para América Latina y el Caribe del Programa de Apoyo a las Redes de Mujeres, Asociación para el Progreso de las Comunicaciones y miembro de la Red PAR, Argentina

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