ALAI AMLATNA 25/08/2006, México D.F..- Más de 400 mujeres de unos 60 países se encuentran reunidas en la ciudad de México desde el 23 de agosto, en la Conferencia Internacional “Know How 2006” (1), debatiendo sobre con el tema central: “Tejiendo la sociedad de la información: una perspectiva multicultural y de género”.


Esta tercera edición de la Conferencia -que se realiza cada cuatro años-, es organizada por el Programa de Estudios de Género de la UNAM, y ha convocado a mujeres -y hombres- activistas y académicas, para intercambiar sobre temas como globalización e información, brecha digital, cultura, medios, desarrollo bibliotecario, mujeres indígenas y sociedad de la información, y financiamiento, entre otros.


La relación entre conocimiento y ciudadanía ha estado presente en varios de los debates. En la conferencia inaugural, la periodista mexicana Carmen Aristegui preguntó qué tipo de conocimiento estamos produciendo, para qué y qué hacemos con él: si es para la democracia y la equidad de género, y si se ubica dentro del estatus quo o apunta a la construcción de ciudadanía. Refiriéndose al contexto de su país, donde el statu quo prácticamente restringe la democracia a ir un domingo a las urnas, destacó los esfuerzos por construir una ciudadanía activa, con incidencia respecto a su entorno, y donde las mujeres no solo estén representadas en el Congreso, sino que busquen un rediseño de los esquemas democráticos, que incluya expresamente la equidad de género.


Dentro del eje de debates sobre “La brecha digital, género y desarrollo”, Anita Gurumurthy, de “IT for Change” de India, criticó la falta de inclusión de preocupaciones sobre el desarrollo en el discurso dominante sobre la Sociedad de la Información, hecho que se expresa en la dominación de intereses corporativos, la carencia de compromisos financieros para el desarrollo de los países ricos, y la ausencia de una clara visión de políticas públicas para el despliegue de las tecnologías de información y comunicación (TIC) y una infraestructura pública de telecomunicaciones. Resaltó, además, la tendencia a reducir la brecha digital de género a la sola cuestión del acceso de las mujeres a las tecnologías digitales, dentro de los paradigmas existentes. Esta visión estrecha “en el mejor de los casos puede servir a las metas de género a niveles superficiales, donde se busca asimilar a las mujeres en un espacio que no pueden poseer ni controlar desde su propios criterios, y donde las relaciones de género reflejan los patrones existentes de marginalización, explotación y opresión”.


Gurumurthy propone la necesidad de desarrollar un discurso sobre la Sociedad de la Información, el desarrollo y los derechos de las mujeres, que exige a las feministas lo que ella llama una “esquizofrenia táctica” en las relaciones con el Estado, pues, por un lado, sobre todo en el plano nacional, implica emprender acciones frente a éste para conseguir y defender libertades y derechos, pero por otro, sobre todo en lo internacional, impone la necesidad de alianzas con los gobiernos del Sur en el marco del diseño de los nuevos marcos institucionales de la Sociedad de la Información, para que se dé prioridad a temas de desarrollo.


Antonia Llorens Cruset (2), especialista en información y bibliotecas de la UNAM, cuestionó la “sociedad de la información” como ideal, porque “no está funcionando, ya que de entrada no hay acuerdo en el concepto, no se aclara el tipo de sociedad que se propone, ni el fin último que persigue el acceso a la información. Se dice que es para el desarrollo tecnológico, la innovación educativa, la inclusión en el empleo y una mejor educación, estos que parecen fines deseables en sí mismos no se analizan dentro de un contexto social real. No se menciona a quien está beneficiando el desarrollo tecnológico, el cual en realidad ha incrementado la concentración de la riqueza, está produciendo desempleo, ha aumentado la competencia feroz que se da entre los profesionistas y personal altamente calificado, lo cual lleva a devaluar el precio del trabajo polarizando los ingresos entre empleados y directivos”.


Ella destaca que “el uso de algunas herramientas que permitan al usuario encontrar, discriminar y utilizar adecuadamente la creciente cantidad de información disponible en distintos recursos, especialmente los que están en línea, implica una formación integral del individuo en un contexto familiar, escolar y social”, puesto que quienes tienen carencias de una estructura de conocimientos básicos, difícilmente podrán hacer uso de los recursos de información.


Para Llorens, la transformación social hacia una equidad de género “supone la existencia de procesos reflexivos de hombres y mujeres que coadyuven a la construcción de una mejor sociedad. En este sentido, proponemos reflexionar sobre los caminos que a nivel de comunicación humana y de educación nos pueden conducir a este propósito”.


La Conferencia se clausurará en la tarde del 25 de agosto con la adopción de una Declaración.


Notas


(1) “Know How”, término inglés que significa “saberes” o “destrezas”.


(2) “Información, formación y educación en el proceso de construcción de la equidad de género”, ponencia preparada en colectivo por Antonia Llorens Cruset, Alma Silvia Díaz Escoto, Carmen García Colorado, Rosa María Irigoyen Camacho, Ma. Esther Ramírez Godoy (UNAM).

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