“Ellas ahora son líderes en sus comunidades”. Es así que Silvana Lemos, coordinadora del Proyecto de Inclusión Digital de Cemina, la Red Cyberela, describe a las dieciséis comunicadoras que forman parte de la red. “El hecho de ser ellas las que traen para sus ciudades el contacto con las computadoras y la Internet les otorga un status de credibilidad que no conocían antes, con mayor auto-estima y determinación en sus actividades”.


La Red Cyberela está formada por comunicadoras que trabajan en radios comunitarias en más de veinte ciudades brasileras, la mayor parte en el interior del país. Las radios - todas lideradas por mujeres – recibieron la donación de computadoras y de software para la edición de material de audio y también apoyo para la capacitación y para el pago a proveedores de banda ancha, con el objetivo de mejorar la calidad de la producción radiofónica y facilitar el intercambio de audio vía Internet. Cemina afirma que las radio-telecentros son espacios que pueden transformarse en instrumentos de superación de la brecha digital, especialmente para las mujeres, contribuyendo al mismo tiempo a la superación de la pobreza y de las desigualdades sociales. El vínculo de las TICs con las radios facilita aún más las posibilidades de acceso para grupos menos favorecidos, como la población iletrada.


Las actividades en las radios y telecentros están enfocadas en temas relacionados a los derechos humanos de las mujeres y tienen un grande impacto en las comunidades donde están ubicadas. La mayoría de estas radios es la única fuente de información sobre temas como la violencia de género, por ejemplo. El poder de movilización de la radio conjuntamente con las actividades en línea, en contacto con otras redes de mujeres, les da una fuerza, un apoyo para lidiar con cuestiones sencillas que no existen en otros medios de la comunidad. Todavía, no todos los temas de la agenda del movimiento feminista y de mujeres son abordados en estas radios - cuando se trata de temáticas como el derecho al aborto, por ejemplo, las voces muchas veces enmudecen.


Autocensura


“El poder de la Iglesia es muy fuerte. El carácter religioso de la cultura brasilera aún representa una presión de la cual las mujeres no se liberan con tanta facilidad”, cuenta Silvana. “La auto-censura cuando se trata de temas que confrontan algunos principios religiosos, como el derecho al aborto, es un hecho indiscutible”.


La comunicadora popular Tatiana Neves, coordinadora de la Estación Digital de Boca da Mata FM, una radio ubicada en el interior de Alagoas, cuenta sobre la utilidad y importancia de la radio para las mujeres de la región. Allí puede escucharse a profesionales que abordan temas a los cuales las mujeres no tienen fácil acceso en su vida diaria: hay médicas que hablan sobre la salud de la mujer, la salud sexual y reproductiva; abogadas que se refieren a los derechos y la defensa contra la violencia hacia las mujeres, psicólogas que ofrecen apoyo a las radioyentes en entrevistas y sesiones de preguntas y respuestas.


En esta comunidad de 25 mil habitantes que está a 70 Km. de la capital del estado, las comunicadoras tienen la audacia de decir a las mujeres que no se callen en los casos de violencia, sino que denuncien, que busquen apoyo. “Muchas de las oyentes acaban por venir a la radio y denunciar en línea y cuentan como hicieron para defenderse de las violaciones a sus derechos”, explica Tatiana.


Pero lo que preguntamos es: ¿hablan de todos los temas que puedan interesar a las mujeres? “Hay algunos temas que sólo son comentados en “off”, fuera de los micrófonos”, cuenta Tatiana. El aborto, la pornografía, la prostitución de niñas, son algunos temas sobre los cuales tenemos que escoger las palabras con cuidado, aunque les indiquemos sitios donde se puede obtener informaciones más profundizar en ellos . Indicamos la lectura del sitio de Cemina y, cuando el tema es el aborto, les indicamos el sitio de las Católicas por el Derecho a Decidir”.


El peligro de hablar muy abiertamente sobre temas tabú es crear reacciones negativas en la comunidad, y resistencia o prejuicios a un trabajo construido con tanta seriedad y lucha. “Hay que saber como lidiar con los límites que la cultura impone en estas sociedades” afirma Silvana Lemos. “Pero tenemos la convicción de que es nuestro papel dar visibilidad a estas cuestiones y trabajar sobre ellas, mostrando a las mujeres que hay redes de apoyo para todo tipo de violación de derechos y que no hay tantos riesgos cuando nos hacemos escuchar como grupo”.


Según Silvana, estas mujeres comunicadoras están enfrentando muchos desafíos – en sus casas son cuestionadas sus intensas actividades en las radio-telecentros; muchas de ellas empiezan a salir de sus ciudades por la primera vez, a hablar en eventos, y eso causa reacciones y cuestionamientos por parte de los esposos y de los compañeros de trabajo.


A pesar de todo esto, siguen activas y con su liderazgo. Silvana dice que “lo que queremos es capacitarlas cada vez más, fortalecerlas para hacer frente a los estereotipos y a los tabúes – y expresar sus voces y sus realidades sin miedo, sin auto-censura, aún cuando el tema signifique confrontarse con patrones culturales establecidos. Pero esto es un proceso. Estamos en el camino”.

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